sábado, 9 de enero de 2016

Mariposario de Pilpintuwasi. Amazonas I




A las 6 de la maña na salia el avión para Iquitos. Después de dejar mi bici todavía empaquetada en el hostal Miraflores de Lima, mi único equipaje era una mochila de tamaño medio con lo mínimo de ropa: pantalón corto , largo, tres camisetas un chubasquero, bañador...  mis dos cámaras y trípode.
Las dos horas de vuelo se me hicieron cortísimas y muy amenas. No pude dejar de mirar y tirar fotos desde la ventana ante el inmenso espectáculo de sobrevolar los Andes. Inmensas montañas casi siempre alejadas de cualquier población. Picos nevados de todas las formas posibles de una belleza sobrecogedora,
Más tarde, cuando el avión comenzó a sobrevolar la selva Amazonia, otro espectáculo grandioso se mostraba a los ojos de los pasajeros; una inmensidad de verde sin final compuesto por millones de arboles hacían las veces de alfombre terrestre, solamente interrumpida por el serpentear del Amazonas y sus afluentes.








A las 8:05 llegó el avión, y en el aeropuerto me esperaba Gart, el  dueño del San Pedro Lodge, un paradisíaco lugar  en medio de la selva. Gart  era un holandés afincado en Iquitos y enamorado de la amazonia que regentaba el lodge mitad hospedaje de turistas, mitad asilo de perros y monos abandonados o heridos.
Un conductor de motocarro acompañaba a Gart y una vez hechas las presentaciones nos dispusimos a recorrer una diferentes caminos de tierra roja y llena de socavones. Hablamos algo por el camino, pero no demasiado, ya que Gart y yo nos habíamos carteado vía mail desde casi un año antes. primero para recabar  información  y luego para confirmar la reserva en su hospedaje y posibilidad de diferentes recorridos.
Llegamos después de un recorrido retumbante y saltarín a una especie de embarcadero al lado de una enorme serrería de grandes árboles. No sería la primera que vería, en donde muchos árboles, algunos gigantescos eran cortados, troceados y almacenados en barcazas grandes para ser transportados.
En el embarcadero nos despedimos de Gart hasta la tarde. Ya en ese mismo instante empezaría mis primeras visitas y recorridos amazónicos. Mis cuatro días en la amazonia debería aprovecharlos al máximo. Así que monte en un barca a motor, única forma de moverse por aquí. Un guía y dos excursionistas más que recogimos mas adelante . Creo recordar que eran un canadiense casado con una japonesa.

Maravillado estaba mientras la barca recorría las diferentes partes del río. A esas horas algunos pescadores en pequeñas botes andaban pescando orillados a las riberas del rió.
Atravesamos laberínticos recorridos de los diferentes recovecos del rió Nanay, afluente  del Amazonas.  .
Hay que decir que el origen mas remoto del rio Amazonas se localiza en los deshielos del Nevado Mismi, en el departamento de Arequipa, Perú.
Recibe el nombre de Amazonas al unirse el rio Marañon con el Ucayali en las cercanías del poblado de Nauta, cerca de la ciudad de Iquitos, Peru.  








Poco después atravesamos el Amazonas y en la otra orilla nos metimos en un antiguo meandro de este. Allí estaba el pequeño poblado de Padre Cocha, nuestro primer destino.

En el pueblo de padre Cocha se encuentra  el Orfanato de Animales y Zoo Criadero de Mariposas llamado Pilpintuwasi.

 Pilpintuwasi  cuenta con un increíble mariposario  protegido y conservado; también, se trata de un orfanato de animales desde monos, hasta guacamayos,  jaguars, un ocelote, un oso hormiguero, tortugas de agua ...

Nada más desembarcar unos motocarros nos trasladaron al mariposario, atravesando el pueblo de padre Cocha. según pasábamos veíamos a los niños caminar o jugar cerca de sus casas.

Cuando llegue pensé que la visita sería maravillosa por el hecho de ver aquel especie de orfanato de animales y mariposario, pero nunca pensé que podriamos ver, conocer y charlar animadamente con Gudrun Sperrer, la verdadera heroína de esta historia y del centro de animales de padre Cocha.
Gudrun Sperrer, mujer austriaca llegó hace 26 años  a Iquitos . Trabajó como maestra en casa y poblados alejados. Su amor por la naturaleza y fauna, le hizo crear un extraordinario mariposario y un centro de rescate de animales salvajes.
Con algo de acento pero con un español muy bueno nos conto algo de su vida y su centro.
A su lado también había entre otros una joven bióloga catalana de prácticas.
Para mi Gudy es el equivalente a Dian Fossey de gorilas en la niebla pero en mariposas, salvando las distancias, ya que Gudy cuida de animales salvajes en cautividad.
A Dian Fossey no la conocí, pero mi mujer Marga y yo si llegamos a conocer a la única (2009) gorila hembra que quedaba viva  del numeroso grupo Susa que había convivido con Dian.
Esta vez si había podido conocer a Gudrun Sperrer, conocida también como la Madame Butterfly. No me extrañaría que algún día terminen haciendo una película de su increíble historia.






































Empezamos nuestro recorrido apreciando la increíble variedad de plantas y flores típicas de esta zona del Amazonas. Entre ellas pude apreciar las primeras mariposas, estas incluso fuera del mariposario.
Después de cruzar un puente de madera unos preciosos guacamayos de diferentes colores chirriaban y berreaban a todo volumen. Azules, amarillos, rojos, verdosos, con combinaciones diferentes, todos preciosos y espectaculares.
Poco después atravesamos una zona con serpientes. nada más dejar estas un pequeño mono bajó del árbol en que estaba y nos hizo varias muecas. La japonesa reia a carcajadas las monerías y el mono sabiéndose centro de atención realizo más muecas y saltos. El mono era un uakarí calvo (Cacajao calvus), sin pelo en la cabeza, cara rojiza y muy poca grasa en el cuerpo.
No pude evitar retratarle y el posó magistralmente, incluso conmigo. Cuando me marché quería seguirme ya que esa muy simpático y parece que nos caímos bien.
El siguiente animal del orfanato de animales fue un leopardo extraordinario del Amazonas. No pude evitar cierta pena al ver encerrado un animal tan majestuoso. Recordaba al leopardo africano que vi en el Serengeti en total libertad. Luego pensé que seguramente estaba vivo gracias al centro de Pilpintuwasi.
Un poco más allá y también encerrado vimos el mayor de los pequeños felinos de esta zona, un cunaguaro que en ese momento estaba siendo alimentado.














Un perezoso se movía  a velocidades camaralénticas enredado en palos y ramas. al ver que disparábamos la cámara se quedó estatuado y nos miró curiosamente.
Un bellísimo tucán con pico azul amarillo y negro,   patas azules y una sombra de ojos también azul, posaba en un madero de madera. Este no estaba encerrado y era un ave  bellísima.
De nuevo mi viejo amigo uakarí bajo del cielo a saludarme y tuvimos una buena conversación que el parecía entender.
Un mono capuchino marrón parecía resignarse detrás de las rejas, mientras un poco más allá y también encerrados se movían inquietos unos cuanton titis pigmeos.




















EL MARIPOSARIO

A continuación pasamos al mariposario una gran zona rodeada de malla de alambre por todo el perímetro y techo.
Para mi este lugar era muy especial debido a mi afición a la fotografía macro y al mundo de los insectos, coleópteros, orugas,  lepidópteros y demás seres diminutos.
En primer lugar visitamos el centro de reproducción. Allí tenían botecitos de  cristal con huevos de diferentes especies y cuyo tapón eran simples algodones.




Maravillado contemplé cientos de capullos que colgaban de diferentes paneles de corcho. de algunos ya había salido la crisálida y en otros una mariposa adulta estaba a punto de emprender el vuelo.
los capullos eran de toda clase de colores y formas incluso alguno era de un precioso color metalizado y cubierto de rocío.
En diferentes plantas se podían apreciar orugas alimentándose o en fase de capullo. algunos mimetizados con el medio de manera inverosímil. como aquellos que asemejaban ojas marrones.
Me costaba bastante retener todas las observaciones y las explicaciones del guía del mariposario, ya que mis sentidos estaban repartidos por igual entre sus palabras y las diferentes mariposas que sobrevolaban nuestras cabezas. Algunas de una belleza inigualable.
Asombrado estaba ante el enorme tamaño  de la mariposa Búho gigante, casi como mi palma de la mano. Además esta se estaba relativamente quieta y era más fácil de fotografiar.
otras más coloridas apenas paraban de moverse y volar de allá para acá.
En general una visita fascinante a Pilpintuwasi.

Dejamos el pueblo de Padre Cocha en dirección a la comunidad Nativa de los Bora.








CAPÍTULO XII
De La Florida del Inca





Nunca leí nada igual; real, exótico, aventurero, poético. Que penurias y trabajos pasaron, que aventuras tan enormes y bien narradas, con que ojos vieron el nuevo mundo y les vieron a ellos (1532-1572). Para mi, El Inca Garcilaso pasa a ser el mejor escritor de la historia de la literatura española. 


El inca Garcilaso de la vega: Era hijo natural del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega, de la nobleza extremeña, y de la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, sobrina de Huayna Cápac, emperador de Tahuantinsuyo, fue bautizado con los apellidos ilustres del mayor de sus tíos paternos y de otros antepasados que pertenecieron a la casa de Feria.

Recibió en Cuzco una esmerada educación al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él, pero durante sus primeros años estuvo en estrecho contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza incaica. Accedió a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y cultura incas.

Su obra cumbre : "Los comentarios reales", es la más famosa y en ella El Inca Garcilaso recoje las historia de la cultura inca.

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